sábado, 24 de noviembre de 2018

50 juegos favoritos: Pokémon Platino


Si bien yo empecé la saga con la tercera generación, no fue prácticamente hasta los 16-17 años que empecé con este gran juego (en realidad fue con Diamante, pero mi partida se jorobó y hasta que conseguí el Platino no volví a jugar, un año o dos después) y me enganché por completo a Pokémon. Me compré la típica guía grandecita tocha y me empapé en sus mecánicas. Fue increíble entrar en una nueva región con un montón de Pokémon nuevos. El diseño de la región me enamoró desde el primer momento, especialmente en Platino, y Cintia, desde el momento en el que aparece, aunque te imaginas que tendrá un papel importante, me llevé una sorpresa al ver que era la campeona... y bien jodida que es ella.

El equipo villano me gusta. La región me gusta. La exploración de la misma me gusta, la idea del pantano también, los concursos también, y sobre todo, el subsuelo es dónde pasaba horas y horas desenterrando piedras evolutivas, tablas y fósiles a cascoporro. También habían personajes interesantes que empezaban a tener una buena historia, como son Fausto y Lectro. Tenía post-game como una nueva isla dónde explorar nuevos territorios y por fin un frente batalla. Y habían bastantes legendarios con historia. Y los compañeros que a veces te acompañaban me parecieron todos curiosos y geniales, como Búlgur (que era el hermano menor de Fausto), Sémola o Quinoa, que podían acompañarte en el frente de batalla en algunos combates. O las posibles revanchas. Incluso en el multijugador existía una plaza wifi para hacer monerías...

Supongo que tuve suerte en parte de que fuese primero en juego pirata, porque pude activar eventos que jamás hubiese podido conseguir de otra forma, conociendo así la historia de Darkrai, Cresselia, Arceus, Manaphy, Shaymin...

Pero lo que más marcó en esta generación era algo que nunca se había visto antes, aunque tal vez si en la tercera generación... LA MITOLOGÍA. Su mitología era envolvente, muy interesante y muy bien trabajada, con unos aires misteriosos que te hacían querer seguir avanzando en la historia y conocer más respecto a las leyendas, los legendarios y a la región. Y el potencial que tenía el mundo distorsión era enorme. Un cúmulo de cosas que, si bien la historia no era la panacea, gracias a su increíble mitología y una región enorme y muy bien mimada, a mi al menos me pareció de lo mejorcito que había probado hasta el momento (porque la historia de la tercera generación nunca me gustó, los team aqua/magma siempre me parecieron ecologistas locos muy mal trabajados y con objetivos sin sentido, pero bueno, son peores los de la sexta y séptima gen :P).

Sinceramente, hoy en día pienso que ya es estúpido seguir haciendo remakes de generaciones anteriores (cuando puedes perfectamente sacar estos juegos de forma digital adaptándolos o algo así). Más aún, viendo el estropicio de los remakes de Rubí y Zafiro (dejando la historia de estos en lugar de Esmeralda, sin frente de batalla y encima volviendo los diálogos más infantiles, que ya es decir), tengo mucho miedo de que hagan otra mierda similar con un remake... de Diamante y Perla. Sería cagarse en lo maravillosa que fue en su momento y lo que supuso su mitología, su historia, su contenido ingame/post-game y todo en general... porque que el post-game sean tres o cuatro concursitos bobos y capturar legendarios sin historia de ningún tipo ni es post-game ni es una mierda.

1 comentario:

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