Evidentemente no podía dejar pasar el primer Animal Crossing que probé y el que me hizo enamorarme de la saga... nunca pude hacerme con el de Game Cube, porque jamás me compraron esta consola, pero también soñé durante años poder tenerlo. Al menos, ¡tenía la opción en portátil, que era más cómoda! Un pueblo enorme, personajes y vecinos con mucha personalidad y poder alejarme del cruel mundo real por una vida virtual dónde podía ser feliz. Llegué a pasarme muchos días y noches de verano jugando a este juego, incluso rachas de 24 horas consiguiendo pescar un montón o consiguiendo insectos muy raros. Incluso me divertía con Blanca, las cartas en botella, Rese T. Ado, la borde de Estrella... mendigando el wifi del vecino a veces quedaba con gente para intercambiar algún objeto... para mí, no sé que tuvo esta saga que me enganchó lo que no estaba escrito para siempre.
Aclaración final es que, a pesar de las 1.100 horas más o menos que tiene en 3DS, Animal Crossing New Leaf no aparecerá en esta serie de entradas de 50 juegos favoritos. ¿Por qué? POR SOSO. Si bien me encanta el apartado gráfico nuevo que tuvo desde DS/Wii a New Leaf (3DS) y me gustaron mucho las ideas de personalizar tu pueblo y tener muchas mejoras y mecánicas nuevas añadidas, el juego me parece tremendamente soso, tanto en banda sonora como con los personajes y las personalidades de los vecinos, por ciertas cosas bloqueadas por multijugador/streetpass y los amiibos, y hasta el pueblo es súper diminuto a diferencia del de DS, ¡y supuestamente 3DS tiene potencia para mucho más que eso... y más que el de DS! He disfrutado mucho con él, pero me llevo sensaciones agridulces y no lo puedo considerar un juego favorito entre un top amplio.
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