sábado, 1 de febrero de 2014

Cierta mala racha de la adolescencia... y los psicólogos

Bueno, tras haber estado leyendo ciertos post de algunos foros he recordado partes de mi adolescencia que la verdad nunca pensé que iba a recordar. A veces hay etapas en nuestra vida que más vale olvidarte de ellas, a veces se puede, otras no.

Todos hemos pasado en esa etapa de la adolescencia, con más suerte o con menos, o con muy mala suerte. En la que hemos tenido unos buenos compañeros de clase y hemos "sobrevivido" en el instituto sin sobresaltos, los que nunca eramos el centro de atención pero pasamos desapercibidos y en la mayoría de los casos y los peores, los que los compañeros de clase, unos salvajes desalmados, se metían con nosotros y nos fastidiaban en todos los cursos.

No hace falta decir que yo he vivido de primera mano la última etapa mencionada. Como en el colegio, aunque yo era muy simpática con todo el mundo e intentase ayudarles en todo lo posible, ¿por qué me convertía en su objetivo para meterse conmigo? ¿Por que los adolescentes (o "pro-canis", como son algunos)  tienen esa necesidad de meterse con los demás? El instituto siempre ha sido una especie de jungla dónde sobrevive siempre el más fuerte, y la verdad es que nunca he comprendido el porqué. ¿Incluso un colegio que han crecido juntos, una clase, al pasar al instituto cambian unos cuantos y se meten con sus compañeros y amigos de toda la vida? ¿Que sucede?

Es algo que escapa a mi comprensión, pero realmente es muy triste. Algunos tendrán suerte y serán amigos para siempre incluso en el instituto, sin tener esas "puyas", otros se irán separando y distanciando y cambiando de clases, pero la mayoría de los casos, es el peor de todos, el ya comentado. ¿Quieren ir de guays? ¿Quieren destacar? ¿Quieren parecer más adultos?

A mi lo que así me parecen son bastante idiotas, sin mente, sin iniciativa propia, sin sentido común, que han perdido la noción de la vida que llevaban, y que intentan aparentar algo que realmente no son o que no eran, simplemente por moda o por hacerse el guay. No es que parezcáis así más guays, así dáis más asco. Hacéis que los demás os odien y que os vayáis con gente que despreciará y desperdiciará su vida durante muchos años, e incluso, todos sus años de vida.

En fin, vayamos al otro asunto, ya que cuento esta entrada como si fuesen en realidad dos.

Yo nunca he estado a favor de los psicólogos, la verdad. Será porque todos los que he conocido han resultado ser más falsos e idiotas de lo que "suelen parecer". Dicen que ayudan a las personas, que las comprenden, que siempre te ayudarán. A mi simplemente me parecen personas que solo te "analizan" el coco, que ganan un sueldo más sin ningún tipo de gracia, y luego si te he visto no me acuerdo.

Vayamos junto a esto, al tema anterior de la adolescencia. Muchos adolescentes en esa misma etapa aunque antes eran extrovertidos, luego se vuelven más introvertidos (como fue mi caso), encerrándose por completo en casa, dejando de tener relaciones con otras personas, entre otros. Por alguna extraña razón, incluso si un adolescente está tranquilo y bien así, los psicólogos se tienen que meter por en medio, incluso a veces los padres. Te piden que te relaciones, con gente de tu instituto sobre todo, que hagas amistades, relaciones, compañeros...

Bueno, si lo que quieres es unirte a esa "secta" de canis, chonis... fulanas, falsos y falsas y demás mierda del instituto, enhorabuena, lo has conseguido, ahora tienes un hijo indeseable como todos los demás. ¿Será por algo por lo que no se relaciona, no? Antes de obligarle, preocupate de verdad en lo que sucede en su instituto o en la ciudad y porque no quiere relacionarse con otros. Fumatas, bebedores, fo**adores (desgraciadamente tengo que decirlo así), canis, chonis, gamberros, delincuentes adolescentes... ¿de verdad quieres que tu hijo se relacione con esa gente? Es posible que haya gente como "él/ella" con sus gustos, pero a lo mejor han decidido también quedarse en casa al pensar que no hay nadie como ellos en su instituto o en su ciudad, cosa que es bastante triste.

Y a veces ir a un "centro de la juventud" no arregla nada, ya que allí también se suelen encontrar gente indeseable, o que directamente no acepta a "otros" que no sean como ellos aunque no sean los típicos gamberros o canis. Desgraciadamente es así, y lo he vivido de primera mano. Incluso si no lo son, a veces no te aceptan. Por mucho que tu lo intentes. Y cambiar tu mismo, solo para que te acepten unos que no te aceptan originalmente tal y como eres, no merece la pena. Sería engañarte a ti mismo y traicionarte. 

Una frase de una chica de un antiguo foro de Bobobo que llevaba en su firma dice así y siempre me ha gustado, que quiero resaltarla:

"No te esfuerces en ser como los demás cuando tu has nacido para destacar". 

¡Tómatelo así! Que les den a los demás, ya encontrarás a gente que te acepte de verdad, no cambies para ser como ellos o para volverte un energúmeno al que mucha más gente, incluso seres queridos, te terminen odiando o hasta temiendo. Nadie quiere eso. Aunque te parezca que estás solo, al final encontrarás a amigos de verdad, gente en la que apoyarte de verdad, y gente que te querrá de verdad. Eso si, nunca hay que perder la esperanza.

Ahora vamos al otro asunto. Cuando estamos en la etapa "introvertida", al final llega un momento en el que los psicólogos se meten por medio. Casi te obligan a relacionarte solo porque ellos lo dicen. ¿Te entienden? No. Ellos no están en tu cabeza por mucho que te "analicen" y te escuchen, no comprenden de verdad tus sentimientos. Ellos solo hacen que hables y te dicen que tienes que hacer sin importarles una mierda realmente tus sentimientos o tus razones. Nada.

Aunque les expliques que en tu instituto no haya nadie con quién relacionarte, porque no quieres hacer lo que hacen ellos, o que en tu ciudad tampoco hay nadie. No importa. Te dirán que igualmente lo intentes, aunque sea un caso perdido, que intentes hasta hacer algo similar con ellos (esto es VERÍDICO), etc, etc. ¿Como te quedas? ¿Les haces caso porque crees que ellos tienen más razón que tu o te guias por tus sentimientos que son reales y que sabes lo que sucede a tu alrededor?

A veces también parece que tus padres no te comprenden, pero seguro que no les gustaría que a su hijo les diese una paliza una panda de gamberros o matones, que se convirtiesen en fumetas, o que apareciesen tres días después medio drogados o bebidos o hasta con una sorpresa en el vientre, ¿verdad que no? ¡Pues pensemos un poco antes, padres irresponsables y pensemos más en como se sentirán nuestros hijos!

Y ahora, con hasta cuatro vivencias personales con psicólogos (¡cuatro!) vayamos a mis propias anécdotas con ellos. Lo primero, los cuatro seguían un mismo patrón bastante esclarecedor. La primera de estos psicólogos era mi tutora de cuarto de primaria, si, la que nos pegaba capones y por miedo los niños nunca lo dijimos. Cuando hablabas con ella, decía que como era una psicóloga y tenia títulos ella entendía mejor que nadie a los niños, más que los padres, que ella sabía lo que se hacía, y así un largo etcétera. Solo presumía y daba notar una prepotencia extraordinaria, porque por lo demás, apenas se sabía explicar. Salvo para eso. Lo que les interesa, presumir.

Los otros tres tenían los mismos patrones. La primera, la psicológa de mi instituto. Literalmente, me llamó inútil y mierda. ¿Eso lo puede hacer un psicólogo? ¿De verdad? Más después que ella sabía lo que me ocurría, que en realidad no me pasaba nada, que tenía que hacer amigos que aunque no importasen en absoluto los amigos había que hacerlos en el instituto, etc, etc, aún recuerdo sus sucias palabras como si hubiese pasado todo ello hace unos días.

La segunda era una psicóloga de asistencia social, que me obligó, como quién dice, a ir a un centro social para menores. Y claro, pasó lo que pasó, aunque fuese como fuese, nadie me aceptaba y realmente hasta me miraban con asco. ¿Que iba a hacer? ¿Relacionarme con todos esos y cambiar adrede por ser aceptada por unos maleducados? No, gracias.

La tercera y última fue una psicóloga al que yo, harta de años atrás, si que me atreví a contar varias cosas que me habían sucedido en el pasado. Pero no mostró ni un ápice de preocupación, empatía o que sentía pena por mi. Como si fuese una paciente más que explica su historia que a ella no le interesa y listo. Si hasta explicándole que sentía sociofobia pasó de mi cara. Tras unas dos sesiones, ya quería darme la terapia de choque más fuerte de todas. ¡Mujer! ¡Hay personas y personas! ¿¡Tu crees que al hablar solo media hora con una persona durante dos sesiones ya sabes que terapia ponerle al paciente!? ¿Sabes cual le puede sentar mejor o peor? ¿¡Crees que una terapia de choque fuerte es lo mejor para alguien con tantos problemas que se le da fatal todo!? Lo siento pero no, no lo acepté y eso que intenté ir a otras tres sesiones más, pero comenzó con su prepotencia de que "yo soy psicológa y sé que es lo que te va a venir bien, así que tu hazme caso a mi y haz esto que te digo", etc, etc, mostrando sus títulos o que son mejores que nadie. ¿Por qué no empezar con algo sencillo e ir poco a poco progresando? ¿¡Por que a lo bestia!? A veces algunas terapias han puesto peor al paciente, que lo he visto en algunas ocasiones por gente que ha ido a psicólogos y lo ha intentado, y medio gilis que se han quedado.

En general, tengo bastante descontento con los psicólogos, después de tres a los que he ido, y cuatro a los que he visto. Para mi siempre serán un timo. Vaya trabajito, hablas con un tio que tiene problemas, le escuchas (a veces sin prestar atención, ejem) de media hora a una, le dices unas cuantas chorradas durante unas pocas sesiones, y ya has cobrado. ¡Claro que si! Pueden haber malos, mejores o peores, pero de momento no tengo ningún tipo de confianza en los psicólogos. También son fácilmente engañables. Con decir que unos alumnos del insti, que estaban mejor que yo, que se forzaron las lagrimillas (luego les vi, super contentos porque habían fingido genial de la muerte y que se lo habian tragado todo y que ya tenían lo que querían, trato un poco más favorable) y la psicológa les puso que tenían depresión... mientras otros, como yo, parece que somos menos creíbles y nos traten como mierda... ¡Manda narices!

Bueno, aquí una reflexión/anécdota y el porque odiaré siempre a los psicólogos a no ser que me encuentre con alguno que me muestre todo lo contrario (jajaja, que difícil, vi a unos pocos más (sin sesiones) y seguían chuleando de sus títulos, viva la prepotencia de los psicólogos.

2 comentarios:

  1. A mí me pasó algo parecido, en el sentido de que casi todas las chicas que había en mi insituto eran unas hipócritas de campeonato, que las más fuertes se apoyaban mutuamente y obligaban al resto o a estar a su vera, o a estar excluidas como una sociópata o marginada social. Sin embargo, mis padres no pasaron del punto de insistirme en lo de relacionarme, sobre todo después de 2 años sin ningún tipo de grupo. Pero nada de psicólogos y similares, ni pasárseles por la cabeza.

    Aunque sí que conocí a un psicólogo: nuestro profesor de filosofía de 1º de bachillerato, y que según algunos compañeros que le habían buscado la ficha por la red, había sido el mejor de su promoción. Y para qué hablar. Solo diré que, en el segundo semestre, se dedicó una buena temporada a acribillar a los que habían sacado mejores notas en el primero a negativos. Por cualquier chorrada. Hasta que alguien le dijo que desmotivaba. Para haberlo grabado.

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    1. Que extraño lo último. No comprendo entonces porqué hizo eso en el segundo trimestre. Hay profesores que desde luego son un mundo a parte.

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