Odio las peluquerías

Llevaba un tiempo que necesitaba cortarme el pelo. Bastante tiempo. Entre que estaba mal de por sí mismo, y que estaba demasiado largo... tan largo que me molestaba para casi todo. Me encanta tener el pelo largo, pero tampoco quiero que me llegue hasta los pies, que molesta mucho.

En general lo tenía hasta casi las caderas, sí, bastante largo. Como encima está mucho tiempo bufado, medio ondulado y se enreda muchísimo (el liso le dura poco y a mi me cuesta mucho hacerlo, mi plancha es un asco también), es todavía peor. Hay veces que me vuelvo loca para peinármelo y duele un montón intentar quitarte los enrredos. Un día tuve que coger las tijeras y quitar un cacho tan enrredado que me dolía horrores. Ni con cepillo, ni mojado, ni con una hora entera pude arreglarlo. A cortar por lo sano.

Pero no me gusta nada ir a las peluquerías. ¿Por peinados? Lo único que me he hecho en las peluquerías ha sido alisarme el pelo, y eso perfectamente se puede hacer en casa con una buena plancha y media hora si tienes bien limpio y seco el pelo (y alguien que sepa hacerlo, claro), ¡y gratis! Si, porque iba bastantes veces a la peluquería, también dos o tres para cortarlo, y jo*er, para lo que me hacían y lo que tardaban, hubiese preferido quedarme en casa.

Primero, estás con gente que no conoces de nada y si no te apetece hablar, algunas peluqueras se ponen pesaditas a ver si así se hacen las simpáticas. Segundo, te puedes tirar perfectamente una hora entera esperando a que te atiendan. No es broma. Tercero, te tiras otra media hora o una hora más esperando a que te sequen el pelo y hagan las monerías que te tengan que hacer. Esto en la espera. Lo cuarto la otra media hora en hacerte un pu*o simple corte de pelo o un alisado simplón, que vale, es menos, pero ya llevas allí mucho tiempo. Luego claro, hay veces que te toca compartir peluquera con otros clientes, como es evidente, y a veces estos clientes, mejor dicho clientas, les gusta mucho largar sobre su vida privada o la vida privada de los demás que a mi me importan tres pepinacos y medio, leñes.

Si luego te vienen los hijos o hijas de los dueños de la peluquería y se ponen a jugar en ellas y arman escándalo ni puedes esperar tranquilita. Y ya la quinta va la vencida: el precio. Que en esos momentos por 30 o 40€, después de esperar tres horas o dos, y estar ahí haciendo el monigote me pegues esos eurillos, a mi sinceramente me duele un poquillo. No, no me gusta esperar como una idiota en la peluquería, soportar gritos, a marujas ni a críos, y encima luego gastar, lo que a mi me parece, bastante pasta, para lo que realmente me han hecho, lisar y otras veces cortes bastante normaluchos. Pues no.

¿Lo que hice hace unos días? En concreto el miércoles pasado. Me lavé el pelo bien lavado. Estaba bien sedoso. Una vez lo preparé e igualé peinándolo absolutamente entero cogí las tijeras y ¡zasca! un buen puñado de pelo a tomar viento. Y que a gusto me quedé ahora con el pelo. Me quedé aún más a gusto porque solo tardé media hora, sin esperas absurdas, entre me lavaba el pelo y apenas llegué al minuto para cortarme mis cachos de pelo. ¡¡Y gratis!! ¡No tuve que gastar 30/40€! Además ahora mi pelo está comodísimo. Me llega por encima del pecho, me es más fácil de peinar y cuando me agacho o duermo no me molesta tanto, en absoluto, es muchísimo más cómodo y tampoco es tan corto, de hecho el peinado me queda muy bien y hasta me hace más elegante, jaja. Cuando me lo lise con esta altura a ver que tal queda (que me lo tendrá que alisar mi madre, que yo lo hago fatal y mi plancha es un truño).

Comprendo que es un trabajo como cualquier otro, pero no me gustan nada las peluquerías, ni ambiente ni lo pesados que son algunos (ejem, algunas) a veces. Para hacerme peinados guachis que nadie más sabe hacer pues no quedará más remedio (que total, para lo que me hago yo con el pelo...), pero para algo que me puedo hacer yo perfectamente en casa totalmente gratis y sin esperar como una mona, pues prefiero hacerlo en casita. Y si, siempre que he ido a la peluquería he tardado tanto, y es un incordio. Ni me quiero imaginar si fuese ahora que tengo la vejiga sensible y a mitad de espera con el pelo preparado tener que ir de urgencia al baño y a lo mejor no se pueda. Pues como que no me va.

Una entrada de odio-opinión más. Así está la cosa, he ido a muchas peluquerías y siempre me canso de ellas. Lo siento por los peluqueros que lo lean (si es que lo lee alguien que trabaje de eso), pero no todo el mundo ve genial algunas cosas.