domingo, 1 de enero de 2017

Hablemos del amigo invisible de anoche

En mi familia es tradición desde tiempos inmemoriables el hacer el amigo invisible para nochevieja, nunca se hace en nochebuena o navidades (y aún así a veces, muy de vez en cuando, aún se regala algo en reyes). Lo de siempre, se hace un sorteo de ver a quién le toca cada una (los tíos nunca quieren participar, así que ya es cosa suya, y al final se les termina regalando lo típico, calcetines o calzoncillos, porque son unos sosos (?)), ponemos un pequeño límite de dinero (no más de 20-30€ según el año) y luego a buscarnos la vida con los regalos.

Como he contado en algunas entradas anteriores, no se puede decir que me haya sentido algo apreciada o querida por mi familia. Pongamos que en estas épocas en las que a una niña se le tenía que alegrar con regalos o fiesta. En mi caso, nunca recibía regalos, y eso que no era de las niñas que pedían mucho... solo pedía una sola cosita, y la mayor parte de las veces, no superaba ni los diez euros de precio. Pero, como se ve que yo soy la oveja negra de la familia, la "poco mierda", pues ni eso me regalaban. Un trozo de carbón, gominolas (que no me gustan), tres calcetines y bacachuta. Para eso no me regaléis nada...

En mi cumpleaños también ha sido igual, y muy raras veces me han alegrado, en fechas nada importantes, un videojuego para GBA o algo de Hamtaro cuando les entraba el venazo. Y yo pasando una época de mierda y mi familia no me apoyaba, ni dándome alegrías ni apoyándome ni preocupándose de mi... en fin... Resumiendo, que al final le cogí manía el recibir y hacer regalos, y tras un cúmulo de cosas, hoy en día pienso que para hacerme un regalo que no me guste, mejor no me hagas nada. La intención es lo que cuenta dicen, pero si lo que te regalan te pone de mala hostia o lo hacen a malas, ni intención ni leches.

Bueno, el año pasado me puse "pesada" y pedí la figura amiibo de Samus, y que sorpresa que me la dieron (y nada más). Este año yo había pedido tarjetas amiibo de Animal Crossing, pero que tampoco han podido comprarme y al final lo he hecho yo por mi cuenta (y no quería apoyarles con mi dinero de forma directa, pero mira, tampoco me parecería tan mal si al menos se pudiesen elegir y no fuesen aleatorias...), junto al amiibo de Fran. No es que me arrepienta, pero me siento como 'culpable'.

En fin, este año me esperaba de forma fija varios regalos: un neceser (de mi madre), un cepillo de buena calidad (también de mi madre), una diadema muy bonita (también de mi madre), pintalabios (de mi madre y eso que se repartieron al azar y todas acertaron con los colores que querían) y colonia (de lo mismo que lo anterior).

Es curioso porque primero me dicen que se hizo el sorteo y a mi me tocó mi abuela. Luego, cuando ya tengo el regalo comprado, me dice mi madre que no se va a hacer amigo invisible. Bueno, pues nada, yo ya tengo el regalo (un pañuelo o fular de color beis, que por desgracia no había en color marrón...), iremos con él. Resulta que mi prima (que ya tendrá 13 años o así) y su madre, una de mis tías, se habían encargado ellas de preparar un "amigo invisible no tan invisible", es decir, sin sorteo: la gente ha comprado muchos regalos envueltos y al montón, y luego a sacar uno por uno.

Se nota que a mi prima le gusta eso de hacer regalos, porque enfatizaba mucho en entregarlos a la gente o en preguntar en plan disimulo que te gustaba. Llegó el turno de uno de los regalos que no me esperaba, un paquete bien enorme y blandito. Lo abrí: Hamtaro. Un peluche de Hamtaro. Me da igual que con éste ya tenga 3, ES HAMTARO, y si me das algo de Hamtaro me tienes ganada (y de Bobobo también). Total, que no me esperaba para nada ese regalo y dice mi marido que hacía años que no me veía con la cara ilusionada. Yo no sé que cara puse, pero si que note como cosquillas en el corazón. Ojalá me hubiesen regalado cosas de Hamtaro años atrás, especialmente cuando aún se emitía la serie y sacaban videojuegos... pero bueno, al menos este año si que me han hecho un regalo que me hacía ilusión de verdad.

También me regalaron un bolso bastante bonito que hasta me gusta, pero lo de Hamtaro ya me ganó totalmente (y casi me hizo recordar partes buenas y malas de mi infancia, encima me dio un ligero ataque de ansiedad en la cena y casi se me escapa alguna lagrimilla...). He dicho en unas entradas atrás que iba desganada en navidades y creo que con Hamtaro me han devuelto la chispa de que quiero que ya sean las siguientes (de mi cumpleaños sigo sin fiarme... jaja), pero eso no significa que en la siguiente vez me regalen algo que sepan que me hace ilusión, claro. Pero vaya, al final me animé y me lo pasé bien, salvo por ese momento extraño de angustia que hace años que no sufría y me revolvió un poco el estómago y el dolor de cabeza... pero es otro tema.

También me hace gracia que siempre me echan en cara que nunca comía o hacía caso, pero nunca se preocuparon de preguntarme si me pasaba algo. Nunca se preocuparon por mi o me ayudaban, pero dí largas porque no quiero ponerme a malas y no soy una persona que soporte discutir. Espero algún día no explotar, porque no me veo echándoles en cara a mi familia el poco apoyo que recibí durante toda mi vida. Aún menos en navidades... y si, a ver si le dan vacante más cerca y nos mudamos para estar más cerca, que prácticamente solo nos vemos de una a tres veces cada año.

Mi cuñado también nos regaló algo curioso: es una especie de "placeres para dos" que te regalan 80€ de gratis al lugar que tu elijas ir: un hotel de cuatro o cinco estrellas, una casa rural, balneario, spa, si hasta tenía de buceo, salto en paracaídas o conducir un ferrari. Siempre he querido ir a una casa en la montaña alejada de civilización y tecnología, y puede que con esto este año se pueda hacer, quiero liberarme de todo el estrés... y me encantan las casitas rurales. Así que puede que este año sobre mi cumpleaños vayamos tres días o así. 

El punto negativo de anoche fue... el marido de mi tía la más joven, que es una especie de pseudo-cani, que si bien la trata bastante mejor que su ex, no me gusta mucho como persona y mucho menos como padre. Digamos que le gustan los niños para hacerles rabiar y cosquillas, pero como responsabilidades de padre, NINGUNA. Sería largo de contar y no es plan de sacar toda la mierda que tiene, pero digamos que... "vamos ya para casa que la niña se tiene que acostar y dormir"... cuando una hora antes le decía a sus colegas del "Paragon" (que solo juegan en PS4/PC porque se parece un shooter, tela), "a las doce y media estoy en casa y nos echamos la primera partida del año y tiene que ser una victoria, eh!"... vamos, que solo le interesaba volver a casa para jugar al ordenador (y así en muchos eventos más, vamos, que solo le interesa jugar, jugar, jugar, jugar y jugar al ordenador, digamos que su prioridad es jugar al ordenador, y luego su hija de 2 años......), nada de "la niña tiene que acostarse", no (cuando mis otras primas eran pequeñas se quedaban incluso más tiempo porque se quedaban durmiendo en el carro o en las camas de las demás habitaciones...), sino que "venga que tengo que echarme mis partidas"... Prioridades, por favor.

Curiosamente, uno de mis muchos miedos al conocer mi marido al saber que le gustaban los videojuegos era que no quería que se pareciese a mi tío. Aunque parece que el tiene muy claro cuales son las prioridades, y tengo la suerte de que le gustan los juegos de mesa y las fiestas que se monta mi familia (especialmente las mujeres) después de las uvas. En ese sentido me dicen que he tenido muy buena suerte de todas ellas :P Y yo me alegro, la verdad. Aunque me he dado cuenta estos últimos meses que aún no estoy preparada para tener hijos, y creo que mi tope estaría en los 27 años (tal y como me tuvo mi madre), y aún me queda mucho por delante.

Nada más, una agradable sorpresa (de hecho he dormido esta noche con el peluche, y eso que ya tenia otros dos guardados en una caja, y no sé si será el peluche o que estaba muerta de sueño, pero he dormido súper a gusto), un facepalm como una catedral y un bonito detalle. En reyes al final si que iremos, a comer a casa de mi familia y después jugando al trivial, y luego a cenar a casa de mis suegros, así no hay discusiones de ningún tipo.

Feliz año nuevo, espero que 2017 sea un poco más simpático conmigo y mi familia.

1 comentario:

  1. Me alegro mucho de que te llevaras esa buena sorpresa, ya era hora de que te tocara algo bueno, así que me alegro tanto por el peluche como por el regalo para iros por ahí, que ese tipo de planes siempre son bonitos.

    Que vaya muy bien este 2017, o al menos siempre mejor que el anterior :)

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