¡Hola, Marzo!

¿Y desde cuando se dice hola a las estaciones? Desde nunca. Pero empecemos rapidito que quiero ir preparando unas cuantas entradas y programarlas, a parte del álbum de campeones. Entre ellas sobre pizzas, regalos descargables en animal crossing, las diferencias entre sanidad pública y privada, y mi pequeño problemilla con el aumento del apetito así como del mono que tengo de jugar a cierto juego de la DS. ¡Pero no nos enrollemos más ahora!

Evidentemente voy a dar la bienvenida a Marzo con Animal Crossing New Leaf, desde Laguna. Una de mis vecinas precisamente hoy me propuso uno de los proyectos que quería, la fuente de beber, pero dónde quería ponerla no me dejaban. Al final la puse en un sitio que no me convence mucho. Sigo pensando que siendo alcaldes deberiamos poder seleccionar zonas específicas dónde puedan ir los vecinos y no te arruinen tus proyectos en el pueblo y configuraciones de los diseños... a veces es muy, muy molesto...

En realidad hoy no he subido ninguna imagen a Miiverse de mi partida, porque la verdad es que desde ayer (mmm, el sábado) una foto que intenté subir me dió error y como ya tardo en entrar como unos seis minutos, he pasado de intentarlo. Seguramente use la aplicación de twitter para subir las fotos y haré una recopilación de algunos momentos. Al menos la de Pascal si pude subirla, y me dio un barrilete a cambio que puse en una de las habitaciones de exposición del museo.

Y de momento el dinero voy bien, no como otros que presumen de tener millones pero me puedo permitir comprar, vender y hacer proyectos con bastante facilidad. Eso sí, no hay forma de conseguir a la trucha. Dos años ya de juego y por mucho que vaya a las dos cascadas del juego a cada minuto no me aparece ni una simple sombra de su respectivo tamaño (o eso o son carpines en la cascada más alta del pueblo) en dichas cascadas. Supuestamente la trucha sale en la cascada que desemboca al mar... según la guía oficial, en las dos, y según también esta última, solo con un 8%. Pero otros peces me han salido con más probabilidades que la trucha. En Wild World no me costó tanto.

Luego también ocurrió algo raro.
Había quedado a la 13.30 en mi casa con el nuevo vecino, Cana. Siempre me quedo un minuto o dos antes dentro de mi casa por si acaso. Bueno, llega la hora. No viene. Espero a 34. Sigue sin venir, así que empiezo a moverme y me subo a la habitación de arriba. A 35 suena la puerta, es Cana, que dice "¿estás en casa? ábreme la puerta". Con mi personaje bajo para abrirle la puerta. Me quedo con cara un poco tonta, porque no abre la puerta, no entra. Salgo de casa, a ver si por un casual "se actualiza", vuelvo a entrar y... tras esperar otro poco tiempo, no aparece.

Alguna vez algún vecino me hizo lo mismo (casualidad que también fue de personalidad de perezoso...), pero no de esta forma: "¿estás en casa?", es decir, que el vecino si que fue pero se ve que el juego se ralló e hizo como que no fue. En los otros casos directamente es que jamás aparecieron. No sé, una cosa muy rara, y me quedé muy rallada, pensando que se me había bugeado el juego o algo.

Por lo demás, sigo cascada del trapecio (no, figura geométrica no, es un músculo de la espalda con el cuello) y las cervicales, y apenas he hecho el reposo que debería. Aunque tenga la musculatura más fina y blandita, el dolor sigue punzando y es bastante fuerte. Mañana tengo sesión de rehabilitación, a ver si eso me relaja otro tiempo más. Y aunque me mejore a la cuarta sesión, yo voy a usar todas las diez que tengo pactadas, hombre. Con lo bien que me sientan esos masajes... pero ante todo, me tendré que buscar lo antes posible una almohada decente. Que es posible que las viscoelásticas a mi no me hagan ningún bien. Ya veremos.

Por otro lado, sí, tengo un aumento en el apetito poco normal en mi. Es no comer y me entra ansiedad. El domingo me pasé toda la tarde haciéndome uno de ramen (lo de Yatekomo) cada hora, en total, cuatro seguidos y aún quería más. Supongo que es porque me he acostumbrado a comer mucho y ahora si como menos lo noto. Por otro lado me he dado cuenta de que mis ambitos alimenticios han cambiado y creo que para bien, porque en el pasado no me hubiese imaginado disfrutar de un buen plato de lentejas para comer (hoy, imagino que ser de la marca Calvo ha tenido que ver que estaban buenísimas, me faltaba pan y todo) o que me gustara el pescado, como el salmón. También me entran ganas de aprender a cocinar en serio las pizzas como las hacen en la Tagliatella, de masa finita, recién hecha, ingredientes frescos, grandes y muy sanas. Pero claro, la cocina en parte me estresa, asi que ya veremos como lo compaginamos.

Y de momento esto es todo. Hay algunas novedades de más por ahí, pero no me apetece mucho seguir escribiendo.