¡Feliz navidad! Justo me atrevo a hacer la entrada en navidad, para tener de paso lectura entretenida durante un ratito. Voy a contar, por encima, lo sucedido esos tres maravillosos días en Port Aventura de luna de miel.
El primer día llegamos a una cola bastante amplia al hotel, y tras una hora de espera, pudimos ir a nuestra habitación del hotel. Nos tocó una bien pequeña, pero de momento no nos importaba demasiado (el baño impresionante, como siempre). Cuando por fin fuimos al parque, que decir, me sentía realmente asustada. Ya sé que hace dos años me monté en las atracciones, y hasta me lo pasé pipa al final, pero había pasado tanto tiempo que me volvía a sentir asustada y cohibida por el momento. Con mi vertigo, montarme en algunas atracciones era todo un desafío.
Asustada en todas las atracciones, me monté en el Diablo, el tren de la mina, la Serpiente Emplumada, las Tea Cups (las tacitas de toda la vida, vamos), y en especial, la Stampida, que era mi favorita... pero tanto en el Diablo como en la Stampida, estaba realmente asustada. Y eso que cuando salí del parque de atracciones hace dos años me lo pasaba muy bien, pero soy muy asustadiza...
Lo bueno de todo es que, al ser luna de miel, aprovechamos y tiramos la casa por la ventana. Compramos las pulseras premium, que nos permiten saltarnos la cola y es decir, que tenemos preferencia para montarnos antes que nadie en algunas atracciones (porque no todos tenían opción de las pulseras premium, o mejor dicho, el "express"). Lo bueno es que prácticamente los dos primeros días éramos los únicos con pulseras express, además de que realmente no había tanta gente y el tiempo acompañaba muchísimo.
El parque cerraba a las siete en punto de la tarde, así que tocaba muchas veces hacer algunas caminatas largas. Esa tarde estuvimos en la habitación descansando, jugando a las consolas, a las cartas, y comiendo de cena la comida que nos traimos de casa, aunque bastante poco. La mala suerte hizo que, como hace dos años, nuestra habitación tenía una puerta interconectada con la de otra habitación entre medias, y lo peor es que nos tocó un matrimonio con varios niños pequeños (hace dos años igual), que efectivamente, no paraban de gritar y armarla. Los padres como si nada, como si estuviesen ellos solos en el hotel, consintiendo las rabietas y el comportamiento de sus hijos. Nosotros siempre hablando bajo y evitando hacer ruido para no molestar a los vecinos, y los demás nunca tienen consideración por nosotros.
Además, las almohadas no parecían ni almohadas, eran super finas y chiquitajas, además de que apenas teniamos mantas y si no fuese porque pusimos el aire acondicionado un poco, nos hubiesemos muerto de frío en mitad de la noche. Si, podriamos haber pedido más al servicio de habitaciones/recepción del hotel, pero no caimos hasta más tarde. Además, algún imbécil nos robó el cartelito de "no molestar" que pusimos en la entrada de nuestra puerta, y habían algunas limpiadoras que entraban en habitaciones dónde la gente todavía no se había ido... muy mal. Además, la nevera era de risa. Hace dos años la habitación que nos tocó teniamos hasta microondas y para ser de una cabaña, la habitación era increíble para dos personas. Tuvimos mala suerte y nos tocó la cutre y al lado (justo en el centro de dos), de varios vecinos tocanarices muy maleducados sin consideración ninguna por los que tiene al lado. En fin...
En el segundo día ya me fui soltando un poco más, montándonos en más atracciones... hasta cumplí mi promesa de montarme en el Dragon Khan, que para mi es demasiado fuerte. La promesa era que si íbamos de luna de miel a Port Aventura, me montaría con mi chico (ejem, esposo, perdón, que no me acostumbro). No me monté en el Shambala porque esa me daba aún más impresión y la sujeción de la atracción me daba más miedo... si ya subí con un ataque de ansiedad y pánico al Dragon Khan que estaba bien sujeto, imaginaos como me hubiese puesto en la otra. Pero bueno, la segunda vez al Dragon Khan estaba más tranquila, aunque nuevamente no abrí los ojos ni una vez, jajajaja.
Ese segundo día también desayunamos (gratis en el hotel por contratarlo al reservar el hotel) en el hotel, pero también fuimos a cenar (25€ por persona...). Se nota que todo allí es de primerísima calidad, fresco y recién hecho. Mereció muchisimo la pena comer allí.
El último día de nuevo los vecinos de al lado se pusieron a gritar los crios. Como apenas pude descansar bien ni dormir en toda la noche, fui al parque un poco mosqueada y cansada, además de que los pies estaban molidos y me dolían muchísimo. Poco a poco me fui calmando y relajando, más aún cuando nos subimos en una atracción acuática que por fin habían abierto, suponiendo que era por el buen tiempo que hacía. Nos llevamos la foto de recuerdo y hasta el llavero con la foto de esa atracción (el Grand Canyon Rapids).
Ese último día me atreví a alzar los brazos en la Stampida, y la verdad, tampoco es para tanto, si que se está muy seguro. Pero como estabamos tan cansados, ya decidimos que era hora de marcharnos, aunque nos apetecía montarnos hasta dos veces más en la Stampida. Aún así, hasta jugamos en los juegos de la feria y nos llevamos algún que otro regalillo, copas del Dragon Khan, una mochila de Tricky (el monstruo de las galletas), nos montamos en el tren y vimos casi todo el parque, nos divertimos mucho, y en fin, que hemos tenido buenos recuerdos de la luna de miel.
Ya estamos contando los días para empezar a ahorrar y volver, aunque sea en una época de temporada baja de verano para disfrutar de todas las atracciones acuáticas y de la zona de toboganes acuáticos, jeje. Y en 2014 supuestamente van a estrenar una nueva, ¡a ver dónde la meten! Porque la del Shambala les costó bastante, jajajaja.
Me alegro que lo pasaras bien, aunque el hotel fuera un poco malo. A mí las atracciones me encantan, me lo paso pipa cuando voy al Parque de Atracciones de aquí de Madrid, y cuanto más rápido vaya la atracción, mejor xD
ResponderEliminarDisfruta ahora de tu nuevo estado de casada, que me alegro mucho por ti ;) Un abrazo.
Gracias, y feliz navidad ^^
EliminarA ver, a mi al principio me da todo impresión, pero según me voy acostumbrando y rompiendo el hielo al final me atrevo a todo (o al menos, a casi todo, jaja).
¡Enhorabuena por la boda! Qué chuli tener maridito xP
ResponderEliminarYo solo he subido una vez al Dragon Khan y, efectivamente, también estuve con los ojos cerrados todo el tiempo. No me entereré de nada, solo notaba sacudidas xD. Eso sí, al bajar estaba mareadísima y me quería morir, jajaja.
Ya tengo ganas de ir pronto a Port Aventura otra vez. He estado muchas veces porque está prácticamente al lado de mi ciudad natal, pero ahora ya hace bastante tiempo que no voy...
Me alegro de que lo pasarais bien. Un besito y felices fiestas ^_^
Que suerte que lo tengas al lado xD
EliminarYo solo la segunda vez salí mareada de la atracción. Y me encanta la Serpiente Emplumada, que a mi no me marea en absoluto, pero a mi chico si, jaja, sale centrifugado y mareado total.
Feliz fiestas a ti también ^^